Al que no le gusten las cuestas que no venga a verlo, pero se perderá un pueblo con encanto, encajado en una paisaje increible, aunque mas que encajado yo diría encaramado.
Vista desde la senda a los torreones defensivos |
Vista desde uno de los torreones |
Al pie el rio Martin, fabulosos plegamientos |
Molduras decorando la fachada |
Estupenda y bien recuperada puerta |
Olvida el coche a la entrada del pueblo |
Mesa fija de una peña en un callejón sin salida |
Podemos apreciar dos de los torreones a la izquierda del Arco Iris |
Iglesia de Santa María la Mayor |
Subida empedrada de San Román |
Detalle del empedrado de San Roman |
Amanecer desde la ventana |
Como veis paisaje muy agreste y espectacular, muchas excursiones para poder hacer y abrigos con pinturas rupestres para visitar.
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